¿Qué es el Yoga Sensible al Trauma?
El Yoga Sensible al Trauma nace como una herramienta desarrollada por profesionales de la salud mental para acompañar desde el cuerpo las consecuencias del trauma. A diferencia de las terapias puramente cognitivas, esta práctica no busca revivir el pasado, sino ofrecer un espacio donde el cuerpo pueda expresarse, soltar y reconectar.
Porque lo que la mente olvida, el cuerpo lo guarda. Y muchas veces, seguimos viviendo y moviéndonos desde esas memorias inconscientes. Este enfoque no sustituye a la terapia psicológica, pero sí la complementa desde lo somático, acompañando con suavidad todo aquello que está estancado. El trauma no es solo lo que pasó, sino cómo nos dejó dentro, y el cuerpo puede ser una vía segura para volver a habitar la vida con presencia.
Movimiento consciente y reparador
Seguridad y elección
Expresar lo que no tiene voz
Reconectar contigo misma
Reconectar desde el cuerpo
El Yoga Sensible al Trauma es una práctica restaurativa, sin exigencias ni metas. Con movimientos suaves, presencia y escucha, se facilita la reconexión con el cuerpo como espacio seguro. Aquí no buscamos hacer más, sino sentir mejor. Desde esa nueva relación contigo misma, surge la transformación.
Reconocimiento sin juicio
Presencia en el cuerpo
Regulación emocional
Acompañamiento respetuoso

Preguntas frecuentes
sobre el Yoga Sensible
al Trauma
El trauma puede tener muchas formas y consecuencias, y es natural que surjan preguntas antes de iniciar una práctica como esta. Aquí te respondo algunas de las más habituales para que te sientas tranquila y acompañada desde el principio.
¿Necesito tener experiencia en yoga para participar?
No. Esta práctica está adaptada para todos los cuerpos y condiciones. No importa tu flexibilidad ni tu forma física. Lo importante es tu disposición a conectar contigo misma desde el respeto.
¿Tendré que hablar de mi historia personal o revivir el trauma?
No. Aquí no revivimos ni analizamos el trauma. Trabajamos con el cuerpo, no con la narración. Cada persona lleva su proceso de forma íntima y protegida.
¿En qué se diferencia del yoga tradicional?
No hay correcciones físicas, no se obliga a mantener posturas ni se busca una forma estética. Se prioriza la seguridad emocional, la elección y la autorregulación.
¿Qué beneficios puedo esperar?
Mayor sensación de seguridad en el cuerpo, calma mental, mejor regulación emocional y una reconexión progresiva con tus propias necesidades, límites y deseos.